Formado intelectualmente por sus lecturas políticas de izquierda (Trotsky y Marx, así como Barthes, Bourdieu y Touraine) y de la misma manera que otros sociólogos y militantes de —extrema— izquierda como Alain Krivine o Henri Weber, apoya los movimientos revolucionarios de emancipación anti-norteamericana en todo el mundo. Sandinistas en Nicaragua, Viêt-Cong en Vietnam, Solidarnosc en Polonia (simpatiza con Yves Montand en su apoyo a Lech Walesa) o contra el régimen de los Coroneles en Grecia (especialmente con el cineasta Costa-Gavras). Participó activamente con su esposa durante los sucesos de Mayo del 68 con una gran dosis de anti-norteamericanismo resultante de la imagen imperialista de Estados Unidos en Vietnam y también en América Latina
Con la victoria de Salvador Allende, el 4 de septiembre de 1970 —obtenido con una mayoría relativa (30%)—, a la presidencia de la República de Chile, decide regresar a Santiago con su familia para trabajar en el nuevo gobierno de la Unidad Popular.
Es nombrado Secretario de Estado de Comunicación de la Presidencia. Con esta responsabilidad, es que trae a Chile al reconocido fotógrafo francés de publicidad y moda Philippe Quidor con quien había entablado amistad durante sus años en Francia (al igual que con el igualmente destacado fotógrafo, Georges Mayerhoeffer, con quienes comparte una profunda y larga fraternidad). Junto con Philippe, que ayudará incondicionalmente a Patricio hasta el final, recorrerá Chile y seguirá los distintos movimientos sindicales de todo el país. Durante este periodo, su compromiso político con la izquierda se acentúa cada vez más. Muchos analistas e historiadores de este periodo coinciden hoy en que la caída del régimen de Allende se debe, en gran medida, a su constante acercamiento al régimen de Castro. Alain Touraine considera el acto del presidente Allende como un gesto heroico de resistencia democrática, que marcó un momento histórico para las democracias del mundo. Salvador Allende se suicidó el 11 de septiembre de 1973 en el momento del golpe militar de Estado del general Pinochet. Con gran maestría, la película “Machuca” de Andrés Wood, retrata a través de la percepción de los niños la división de Chile en 1973 en el momento del golpe militar. También documentan el periodo las realizaciones “La Batalla de Chile” (1975, 77 y 79) y “Salvador Allende” (2004), de Patricio Guzmán, otro gran cineasta nacional. Todas las figuras políticas, intelectuales, activistas, militantes y sindicalistas de partidos de izquierdas opositores al régimen son perseguidos y varios miles torturados, asesinados e incluso desaparecidos en los centros de tortura del régimen militar. Los días y semanas posteriores al golpe militar, el célebre “Estadio Nacional” de Santiago es utilizado como campo de concentración donde se hacinó, torturó y ejecutó a prisioneros políticos. En la actualidad, el gobierno chileno reconoce más de 40.000 víctimas de la dictadura militar del general Pinochet.
En este escenario, Patricio Valenzuela se ve obligado a huir al exilio en Francia vía Argentina. Deja a su mujer y a sus dos hijos en Chile, quienes se unirán a él en Francia tres meses más tarde. A su regreso en Europa, se afilia al Partido Socialista francés y trabaja en la campaña de François Mitterrand para las elecciones presidenciales de 1974. La formación socialista farncesa, así como los partidos europeos de izquierda, se movilizan y muestran muy favor de la resistencia chilena en el exterior (Felipe Gonzales en España, Bettino Craxi en Italia). Por aquel entonces, Patricio era un asiduo lector de literatura alemana: Robert Musil, Thomas Mann, Hermann Hesse y Stefan Zweig, por nombrar algunos. Le apasiona la obra y la vida de Romain Gary. Obras y pensadores que reafirman y acercan aún más su posicionamiento intelectual hacia la socialdemocracia. Sin detenerse, sigue siendo un militante comprometido con el retorno de la democracia en Chile y representará al partido socialista en Francia. Cercano a personalidades de la izquierda política, se relacionará con Lionel Jospin, Alain Touraine, Regis Debray y más particularmente con Antoine Blanca (1936-2016), destacado diplomático y político francés, embajador en Perú, Argentina, México y Estados Unidos Washington y Nueva York (Naciones Unidas) y quien, luego en Ginebra, sera el número dos de las Naciones Unidas cuando Javier Pérez de Cuéllar (1920-2020) ejercía de secretario general (Antoine Blanca, publicará también una biografía de Salvador Allende, 1986). También estableció lazos de amistad com Scarlett y Guy Vadepied (diputado y alcalde socialista de Méru), quien introduce a Patricio Valenzuela a Danielle Mitterrand (Presidente de France Libertés).
Durante su exilio en Francia, Patricio no dejará nunca de condenar el régimen militar del general Pinochet y de apoyar el camino hacia el plebiscito nacional de Chile de 1988 para el retorno de la democracia, el cual, en lo que es una compleja paradoja, habría sido forzado por los Estados Unidos durante el mandato de Ronald Reagan (1911-2004) y su vicepresidente, George H.W. Bush (1924-2018), y no por las democracias europeas. Siempre en su lucha por la democracia, se acercó a destacadas figuras de la política chilenas como Ricardo Nuñez (futuro senador socialista por Atacama y futuro líder de la Concertación), Patricia Jerez (Jefa de Comunicación de la UNESCO-París y militante política) cuya especial amistad será preciosa; Marcia Covarrubias, funcionaria de organismos internacionales y futura embajadora de Chile, cuya singular amistad y afecto continúa hasta hoy con su familia; y, finalmente, Ricardo Lagos (Futuro Presidente de Chile, 2000-2006) para quien ejercerá como su representante ante el presidente Mitterrand. También será el representante de la viuda del Presidente Allende durante su exilio en París, la Sra. Hortensia Bussi. Durante todos estos años apoyará a numerosos exiliados chilenos y organizará múltiples actos en cada conmemoración del 11 de septiembre de 1973 (el otro 11-S). El vínculo afectivo con Marcia Covarrubias, que se convertiría de embajadora de Chile (Francia, Grecia, Argelia, Marruecos, Irán, Túnez, Unesco, Mónaco) quedará marcado con un sello cuya huella sería indeleble. Juntos trabajarán en la campaña del “NO”, el referéndum que firmará el retorno de la democracia en Chile. Pablo Larraín, a través de su película “NO”, nos relata con arte la historia de esta magnífica epopeya.
Su muerte prematura impedirá a Patricio conocer la victoria del “NO” en el referéndum de 1988 así como también el retorno de la democracia en Chile.
Videos
Audios
(Salvador Allende, Fidel Castro – entrevista, 1971)

(canciones, 1975)
